Manzano, el guía espiritual

Como ya sabréis hace un par de semanas el Sevilla Fútbol Club destituyó a Antonio Álvarez, un técnico de la casa que cogió las riendas del equipo a finales de la pasada temporada, curiosamente, tras otro despido de un entrenador de la cantera sevillista como era Manolo Jiménez, actual entrenador del AEK de Atenas.

El motivo de ambas destituciones fueron, como no, los resultados que nunca eran los esperados para un equipo de innata calidad como es el actual Sevilla y es que, a pesar de haber ganado la Copa del Rey a finales de la pasada temporada, la eliminación de la Previa de Champions ante el Sporting de Braga (que recordemos está haciendo un lamentable papel en la máxima competición europea) y la aplastante derrota ante el Barça en la Supercopa de España, en la que el Sevilla llevaba una cómoda ventaja parea el partido de vuelta en tierras catalanas, pesaron como una losa sobre los pilares ya cuestionados de Álvarez.

Tras un par de jornadas disputadas de la Liga BBVA, llegó la decisión unánime ya comentada de prescindir de sus servicios y contratar a un entrenador con amplia experiencia y currículum que supiera dirigir un vestuario y no tuviera nada que ver con la parroquia rojiblanca como es el caso de Manzano.

'El profesor', como es conocido en la jerga futbolística, ha llegado con el fin de levantar el vuelo a un equipo de inmensa calidad pero que no tenía ideas claras sobre su juego a la hora de afrontar un partido como equipo grande. De entrada, este jienense ha decidido prescindir de todo el cuerpo técnico del conjunto hispalense para llevar consigo a sus hombres de confianza, salvándose únicamente el ex capitán Javi Navarro. Este simple hecho que parece una pequeña anécdota, que parece común a todo nuevo entrenador que llega a cualquier equipo, es 'un paso de gigantes para el Sevilla' pues recordemos que ni siquiera Juande Ramos había logrado tener plenos poderes en la parcela deportiva la cuál es ahora mismo controlada por Manzano con permiso del director deportivo Monchi.

La confianza vertida en este andaluz de nacimiento no es fruto de la casualidad sino de la plena confianza en una persona que a pesar de no haber sido jugador de fútbol ya que, a diferencia de la mayoría de sus 'colegas' de profesión, se decidió por coger el camino de la enseñanza secundaria y la psicología lo que lo llevan a ser el hombre más oportuno para redirigir un vestuario y además dar apoyo mental a los jugadores del plantel para que puedan exprimir su potencial al 110%.

De momento, la afición sevillista, siempre fiel a su equipo aunque, como es normal en los clubes de alto standing, exigentes a la hora de los resultados confía plenamente en este pedagogo del fútbol moderno que combina la técnica de la pizarra con la oratoria para sacar adelante cada uno de los duelos, algo que ya ha demostrado en el escaso mes que lleva tomando las riendas del equipo.

De momento, los resultados le están acompañando, dos victorias y una derrota, este pasado domingo ante el Sporting de Gijón pero la forma de juego debe de ir puliéndola, como el buen escultor hace con el mármol de Carrara, con el objetivo de que la afición vuelva a sentirse igual de ilusionada que años hace un par de años.

La felicidad de la afición parece que queda un poco al margen de los resultados deportivos para muchas de las personas expertas en el deporte rey pero, sin embargo, no deja de ser la auténtica virtud que le otorga una pasión desmedida al fútbol y que hace que, en tiempos difíciles, la sociedad afronte la vida con una sonrisa. Es por ello, que desde este humilde espacio deseo todo lo mejor al 'profesor Manzano' tanto en lo personal como en el aspecto deportivo al frente de la nave comandada por del Nido con el fin de que en la peculiar 'bombonera de Nervión' pronto se vuelva a sentir, con más fuerza que nunca, ese espíritu de Eindhoven que tan grande hizo a este club a sones de una melodía de rebosa de emoción la de 'Vamos mi Sevilla, vamos campeón...'

http://www.youtube.com/watch?v=SQ_nlEv1-Io